FIESTA NACIONAL DE LOS ABUELOS CÓRDOBA

Desde 1994 Villa Carlos Paz agasaja a los adultos mayores de todo el país en la Fiesta Nacional de los Abuelos. Durante tres días hay espectáculos de música, bailes, demostraciones de talentos y entregas de premios.

El Hotel Mónaco y el restaurante El Campanario se visten de fiesta para celebrar este evento, también conocido como “El Abuelazo”. Durante tres días hay espectáculos de canto, baile, teatro, recitado y humor; también hay shows de talentos y karaoke. La Fiesta comienza con las llegadas de las delegaciones de todo el país y países vecinos, una cena de apertura y un baile de bienvenida. Luego, durante dos días hay actividades desde la mañana hasta la noche.

Los abuelos participan del evento mostrando sus talentos con gran originalidad: en la Fiesta de Fantasía los abuelos lucen los disfraces que confeccionan ellos mismos, y las últimas ediciones contaron con la presentación de Papelnonos, abuelos de Carlos Paz que tocan música con instrumentos hechos de papel. Luego de la noche de gala, el jurado anuncia a los elegidos como Rey y Reina, Miss Simpatía y Miss Elegancia. Los participantes almuerzan y cenan juntos en el centro gastronómico y cada noche las actividades terminan con un baile con música en vivo.

La Fiesta también es una oportunidad de que los visitantes conozcan Villa Carlos Paz. Durante los días que dura el evento, realizan paseos por los la ciudad, que es uno de los principales centros turísticos de la provincia y del país.

La historia de esta pujante ciudad cordobesa se remonta a principios del siglo XX, cuando la apertura de un nuevo camino generó una gran circulación de personas en la región. En 1915 Carlos Paz decidió abrir el primer albergue y dos años antes, el propietario de las tierras había trazado un plano del pueblo, lo que se considera el acto fundacional de Villa Carlos Paz. En la década del 30 la villa tuvo un gran impulso, con el loteo de los campos y el comienzo del turismo en la región. Durante las siguientes décadas adquirió los emblemas que la caracterizan hasta el día de hoy: la cruz monumental de 12 metros construida sobre la sierra, la aerosilla montada en 1955 y el reloj Cucú más grande del mundo, construido en 1958 con la colaboración de inmigrantes europeos radicados en la ciudad.

El paisaje serrano, el clima agradable y la proximidad de ríos y arroyos le dan el atractivo turístico a la ciudad. Durante las cuatro estaciones se pueden hacer todo tipo de actividades en la naturaleza, como trekking, deportes náuticos o visitar balnearios. La vida cultural de la ciudad es también rica y variada, y cuenta con ofertas para todas las edades.